En el último encuentro de Arquitectura en
Corto, promocionado por Technal y Roca
Madrid Gallery, el director Juan Gabriel
Pelegrina, acompañado de los arquitectos
del estudio
Recetas Urbanas Alice Attout y
Santi Cirugeda, presentó el documental
sobre
arquitectura colaborativa que ha
dado lugar a la construcción de un centro
sociocultural en el barrio madrileño de
Cañada Real.
En el recién estrenado corto se narra el
proceso constructivo en el que se han
involucrado más de 1.200 voluntarios de 13
nacionalidades diferentes para colaborar en
el proyecto de autoconstrucción de un
centro móvil y desmontable en el barrio de
Cañada Real en Madrid.
El proyecto ha contado con una parcela
cedida por la Comunidad de Madrid y un
presupuesto de casi 200.000 euros. Cañada
Real es una línea de 15 kilómetros de
longitud, a pocos kilómetros del centro de la
capital española, que a menudo ha sido
descrita como territorio peligroso y foco de
delincuencia. Gracias a esta valiosa
iniciativa del estudio de arquitectura
Recetas Urbanas y al director Juan Gabriel Pelegrina, que ha narrado su construcción, se pudo ver cómo la
arquitectura puede ser una herramienta impulsora para crear comunidad en aquellos barrios que presentan
muchas desventajas. El mismo
Santi Cirugeda afirmó durante su intervención que otro tipo de arquitectura
es posible: “En los países anglosajones, cuando una práctica arquitectónica funciona es fácil que luego se
implemente, mientras que en España todo lo que es diferente está mal visto y se ponen trabas a su
normalización”. Más de 150 asistentes pudieron hacer sus preguntas al director del documental, así como
a los arquitectos de Recetas Urbanas, un peculiar estudio de arquitectura creado en 2003 que desarrolla
proyectos arquitectónicos tal vez considerados rebeldes y que presta sus servicios a la comunidad sin buscar
el mero beneficio económico. En el documental vimos que la participación ciudadana ha sido
importantísima. No solo se han visto involucrados vecinos de Cañada Real y
alumnos de escuelas de diseño en Madrid, sino
que también han participado reclusos del centro
penitenciario de Soto del Real, para poder así
imaginarse, una vez fuera, nuevamente
integrados en la sociedad.